Dinámica Atemporal, Alejandro Señero, Cott Gallery

… ¡Inventé el color de las vocales!— A, negro; E, blanco; I, rojo; O, azul; U,
verde. Ajusté la forma y el movimiento de cada consonante y, con ritmos
instintivos, presumí de inventar un verbo poético accesible —un día u otro— a
todos los sentidos.
De Alquimia del verbo, Arthur Rimbaud

Dinámica atemporal
Este fragmento de uno de los poetas malditos precede a la transcripción de la charla con Alejandro Señero, artista hechizado por la
pintura y admirador de Rimbaud. A continuación, Señero dice:
“Mi pintura es autobiográfica, me atraviesa y aunque haya técnicas y escuelas que se puedan entrever en ella, siempre tendrá un tinte
autobiográfico en el nivel íntimo, con distintos grados de consciencia en el acto de pintar. Destaco la influencia de Wilfredo Lam
y la particular visión de su entorno y me ha sorprendido que muchas personas acuerdan en que hay un vínculo además con la pintura
del ecuatoriano Oswaldo Guayasamín a quien yo no conocía cuando empecé a pintar y al que abordé movido por esos comentarios.
Me considero nativo de América, pero vivo en Francia y existen en mí también raíces italianas. Esta mezcla de orígenes vibra en mi
cuerpo, la registro e intento traducirla en mi pintura. Las escuelas y las técnicas que me influyen son europeas pero el filtro
nativo está dentro mío y emerge. Mestizaje, sincretismo, no sé cómo definirlo; todo esto genera en mi obra campos de tensión y a la
vez un equilibrio, demás está decir que soy de Libra…

Tuve una infancia feliz, nací en Rosario en 1993 y luego me trasladé a vivir con mi familia a un pueblo cercano. Me interesé por la
música, tuve una banda de rock llamada Cimmeria en honor a Rimbaud. Disfrutaba de la expresión artística, principalmente de la
poesía y de las biografías fulgurantes de artistas con personalidades a veces caóticas, aquellas que no planificaron nada en sus
caminos y vivieron plenamente en el presente. Gaughin, Giacometti, Picasso, Dalí… Basquiat y tantos otros. De esas personas
admiré el valor de conocerse a sí mismas y de crear su propio camino sin traicionarse. Eso me enseñó la importancia de iniciar un
proceso de autoconocimiento, de indagación personal y me llevó a viajar por el mundo sin un destino fijo, trabajando de lo que
podía, aprendiendo siempre. Fue en 2018 en Francia en que me topé con la pintura y su revelación. Fue ella la que se apoderó de mí.

Empecé siendo un pintor asociado a lo abstracto y cuando me volqué a la figuración no quise dejar algunos útiles de la abstracción que
son para mí los más interesantes a la hora de poner en situación al espectador; esa instancia colabora en la apertura de la
percepción que permite a su vez profundizar en el lenguaje tan críptico de la pintura. Es intencional en mi trabajo conservar esos
rasgos, atesoro esa posibilidad que me permite alcanzar el equilibrio entre esos dos extremos pictóricos.
En el proceso creativo hay un interés por no romper la capacidad imaginativa del espectador otorgando a la pintura elementos propios de
lo representado.

Cada obra es un momento en mi vida y los desafíos y obsesiones colaboran a la hora de la definición. Como ya dije, me consagré a la
pintura y después de esa revelación no hubo marcha atrás. Fui prolífico y seguro en mis decisiones y, aunque vivía en Francia,
continué viajando. El cambio de países produjo y continúa produciendo modificaciones en una estética que se torna atemporal generando
un aporte refrescante en una pintura habitada por modelos andróginos, anamórficos y fugados de todos los tiempos.”

Después de esta charla con este sólido y joven artista decidí transcribir sus palabras, nada podía definirlo mejor. Agrego a modo de
información que este artista presentado por Cott Gallery fue premiado con una mención en Luxembourg Art Prize en 2021 y el mismo año
ha realizado muestras en Aix-en-Provence, Côte d’Azur en Francia y en la ciudad de Londres, UK. Entre otros eventos planeados para
2022 formará parte de la próxima feria de arte Bada Madrid.

Alejandro Señero, promete ser una nueva biografía fulgurante en el mundo del arte.

Grace Bayala