Presencia, integrada por obras de Natalia Orlowski, Fabiana Barreda, Sofía Castro Cranwell, Laura San Martín,
Sofía Willemoës, Santiago Franco, Carolina Tosti,
Oda Oficinas de Arte, 2016
Nos encontramos ante una muestra plena de energía que abreva en la memoria de la idea y de la imagen como concepto y en la
diversidad de posibilidades de representación contemporánea.
Los artistas irradian en múltiples perfiles el fruto de inspiraciones, de búsquedas y empeños que, como dice Gadamer, justifican el arte y favorecen la comprensión de nosotros mismos. Esta justificación cobra valor cuando tomamos consciencia de que el artista es capaz de concretar en obra la presencia invisible. A partir de ellos, lo que no existía, existe.
Tal es el impulso de Natalia Orlowski quien abre sus alas hasta tomar posesión de lo que está gestando. Es un deleite percibir sus pinturas como experiencias estéticas que trazan un camino hacia la inmensidad y unen la capacidad creativa al abordaje de un soporte sin límites. Una obra que atraviesa el espacio como marea de luz transformando la rutina en asombro, el hábito en vigor, la inercia en poder y argumenta la extensión del lienzo en su propio concepto.
La artista propone el despliegue de un LandArt puertas adentro, convoca apares con sus propias obras y nos estremece como espectadores, impulsándonos a ser partícipes del misterioso hechizo de la naturaleza que recrean todos los artistas en conjunto.
Junto a ella, Laura San Martín y su obra Génesis, una diferente versión de la autoimagen, nos introduce en la espiral de la belleza en el punto de ser develada, instante mágico y capaz de interrumpir el curso regular del tiempo para llevarnos a hallar el íntimo reloj de cada uno.
Y es esa misma noción de tempo que le permitió a Fabiana Barreda desde los inicios de su frondosa carrera religar pasado y futuro para lograr obras en las que vuelca conceptos tan complejos como la alianza hombre-tierra-cosmos y la transfiguración chamánica percibida desde el poder de la unión del hombre con la tierra, del hombre con los animales.
Una memoria ancestral es redimida en las ilustraciones de Sofía Willemoës, evocación que incluye, revive y agita la magia olvidada. Osadía y tránsito por el borde de un finísimo papel que separa y une realidad y ficción.
Rompiendo el esquema de tramas paralelas, rasga el embrujo la obra de Sofía Castro Cranwell, creaciones que celebran la belleza del dolor; su arte es capaz de revestir en oro lo que en este plano es a la vez un logro y un renunciamiento.
Carolina Tosti aporta como intérprete el valor de una obra de carácter efímero que rompe el silencio endulzando el aire para siempre.
Cierra la muestra Santiago Franco quien crea una obra sobre obras: un video que parte de las pinturas de Orlowski y en el que infunde la presencia, el latido de la tierra y el sonido de su atávica memoria.
Grace Bayala, 2016